Caracas,VenezuelaAFP;-El líder
opositor venezolano Leopoldo López, quien se entregó este martes a la
policía, en una jornada marcada por manifestaciones pacíficas, a favor y
en contra del gobierno fue trasladado en un auto con el presidente de
la Asamblea Nacional, Diosado Cabello, a una cárcel del interior del
país, dijo Maduro.
Agregó
que las autoridades “están cuidando” al detenido Ambas marchas
marcaron un clímax luego de dos semanas de protestas universitarias
iniciadas en San Cristóbal (cerca de la frontera con Colombia) en
reclamo por la inseguridad y que fueron creciendo en magnitud,
extendiéndose a todo el país e incorporando reclamos por la inflación,
desabastecimiento y detenciones de estudiantes.
Las
manifestaciones, que tuvieron desbordes violentos, habían sido
calificadas por el presidente como “un golpe de Estado en desarrollo”.
Oficialistas y opositores se habían reprochado la temeridad de convocar
dos marchas que podrían toparse en un país altamente polarizado y que
tiene todavía presente abril de 2002, cuando una manifestación opositora
hacia el palacio presidencial derivó en un sangriento golpe de estado
que derrocó brevemente al entonces presidente Hugo Chávez.
”Justicia injusta” .
Alrededor de diez mil opositores vestidos de blanco congregados en
Plaza Brión recibieron como a un héroe al líder de Voluntad Popular,
Leopoldo López, cuando llegó desafiando una orden de captura.
Con una
bandera venezolana en sus manos, López trepó a una estatua del prócer
cubano José Martí e instó a sus seguidores a “construir una salida a
este desastre”.
“Si mi encarcelamiento vale para el
despertar de un pueblo, (…) valdrá la pena mi encarcelamiento infame. Me
presento ante la justicia injusta, ante una justicia corrupta”, agregó
el dirigente antes de dirigirse hacia un puesto de comando policial y
entregarse.
La multitud intentò impedir la salida
del vehículo que llevaba detenido a López, quien personalmente, y con un
megáfono policial, pidió a sus simpatizantes que dejaran actuar a los
uniformados.
López, un
economista de 42 años educado en Harvard y con dilatada carrera
política, estaba oculto desde que el gobierno pidió su captura por los
desmanes del miércoles pasado.
Él y otros dirigentes impulsan bajo la
consigna “La salida” la táctica de ocupar las calles para oponerse al
gobierno de Maduro, electo en abril de 2013, y forzar un “cambio
constitucional”.
”Estamos expresando la frustración que
sentimos, el país es un caos, no hay insumos en los hospitales, basta de
inseguridad, quiero una Venezuela de progreso, donde me pueda quedar”,
había dicho a la AFP Satle Oviedo, 27 años, trabajadora de un hospital
público.
Cerca de allí una joven llevaba una pancarta con la leyenda: “24.763 muertes violentas en 2013. Somos mas que sólo cifras”.
La marcha
opositora no estaba autorizada y las autoridades habían desplegado un
fuerte dispositivo antimotines que impidió a los manifestantes avanzar,
como era su propósito, hacia el ministerio de Justicia, cerca del
Palacio de Gobierno.
Marea roja. A la misma
hora y a sólo kilómetro y medio una multitud de trabajadores petroleros,
con los colores oficialistas –que fuentes independientes estimaron en
más de 10.000– iniciaron una marcha de cinco kilómetros hacia el Palacio
de Gobierno encabezados por el vicepresidente de temas económicos,
Rafael Ramírez.
La manifestación fue convocada para que
los petroleros entregaran a Maduro un contrato colectivo de trabajo,
calificado por los gremialistas como muy positivo.
El jefe de Estado agregó que el número
dos del oficialismo y presidente de la Asamblea Nacional Diosdado
Cabello fue el encargado de trasladar a López a una cárcel no
identificada en las afueras de Caracas.
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