EL RENCOR.- Al margen de lo que pueda
ocurrir en el diálogo en Juana Méndez, hay una situación que escapa a
ese acercamiento y posible entendimiento: el afecto entre haitianos y
dominicanos. Una cosa es el gobierno y otra el pueblo. El dominicano,
por mucho que se contenga, no verá al haitiano igual que antes, y
viceversa. Esta columna es escenario de una lucha enconada, en que las
partes sienten el agravio y se declaran víctimas por igual. Incluso, y
es asombroso, dan notación de que no se conocían. Por ejemplo, el
dominicano no sabía del rencor que le guardaba el haitiano, y hasta se
arriesgaba a darle la espalda. Ahora todo será recelo y sospecha, y
superar ese ánimo llevará tiempo, y se necesitarán otras vías de
avenimiento.
RÉPLICA.- Hasta ahora se oyó la campana haitiana, justo sería escuchar el repique de la dominicana:
Señor Gil:
Lo cierto es que me indigna la posición de los haitianos expresada en las cartas a su columna.
Para
ser imparcial, es innegable que la historia ha colocado estas dos
naciones en lados opuestos de la cancha y, por tanto, ambas se han
intercambiado odios y prejuicios. Es verdad que mi generación (1988)
fuimos educados para ver a los haitianos como enemigos naturales. Pero
ese sentimiento no es gratuito. Los haitianos por su parte, nos miran
con envidia y rencor. Piensan que poseemos riquezas que por “derecho”
les son propias.
Así son educados y defienden como verdad absoluta
que la isla toda pertenece a ellos y que, por una suerte de gracia, nos
cedieron una porción.
Lo sorprendente es la manera en que los
haitianos han hecho de una norma interna de la Rep. Dominicana, la
excusa perfecta para externar sus viejas malquerencias.
Ahora me pregunto tres cosas:
1)
A quién afecta lo negativo de la Sentencia 168/13? A dominicanos o a
haitianos. Si lo malo que hace es afectar la nacionalidad de dominicanos
a quienes deja en apátridia, Por qué protesta Haití?
Qué apátridas más extraños que hallan un Estado que los defiende.
2)
Qué clase de memoria tienen los haitianos? Se recuerdan de 1937 a cada
vuelta del reloj, pero del 2010 jamás. Con suerte y en medio del diálogo
llega el 12 de enero y la reunión rinde un minuto de silencio a las
víctimas del terremoto y otro de aplausos a la República Dominicana por
su incondicional entrega a la causa haitiana.
3) Incluyeron las
partes y los “mediadores” el tema de la prohibición haitiana a los
productos dominicanos? O solamente la unificación de la isla.
Cuanta facilidad y ligereza muestra la comunidad internacional para asumir el tema haitiano, pero no así el dominicano.
Finalmente,
quiero llamar a todos los dominicanos, Estado y ciudadanos, a ser más
solidarios con los haitianos. No seamos egoístas y, dado que Venezuela y
las pequeñas islas caribeñas les abren los brazos a los haitianos,
contribuyamos y pongamos en marcha un programa de donación de botes y
lanchas. Para que nuestros amados hermanos haitianos lleguen con
felicidad hasta donde sí pueden hacerse cargo de sus miserias. Eso sí,
que nos garanticen que no los matarán llegando a sus costas, como hizo
uno de sus
aliados recientemente.
Orlando Gil |
PD: Las Fuerzas Armadas
Dominicanas deben recordar que su papel es impedir que ilegales entren
al país, no evitar que salgan. Ya sabemos que más de 1,500 extranjeros
fueron apresados intentando salir del país. ¿Y cuántos se detuvieron al
ingresar ilegalmente al territorio?
Alsis Raynely Jiménez
Creer que se puede, es comenzar a lograrlo.
Creer que se puede, es comenzar a lograrlo.
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