chinoJian Feng, procedente de China, se divorció de su esposa por
infidelidad y la demandó, en principio, por lo que él llamó “haber dado a
luz a los niños más extremadamente feos del mundo”.
La prueba de ADN si demostró que eran hijos de Feng, y ante esto la
mujer tuvo que confesar un secreto muy bien guardado el cual era que se
había sometido a diversas cirugías estéticas por un valor de 100.000
dólares antes de conocerlo, según publicó el diario Paraguayo La Nación.
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