![]() |
Imagen de Campaña |
A Robert de la Cruz, el único pobre con cara de
rico. Decía el padre Linares en días pasados, que “la verdadera
grandeza reside en la humildad”, y fuera de uno que otro “agentado”, el
Gobierno encabezado por Danilo y Margarita se caracteriza por la
sencillez y la humildad, no el ‘enfatuamiento’, según propios y
extraños, incluido el “bando parricida”. El Presidente y la
Vicepresidenta ni siquiera refutan, sino “aclaran”. Hasta coinciden con
los impugnadores y, a veces, dándoles la razón, como pasó en la cena del
Conep donde Danilo coincidió con varias de las críticas de la señora
Bonetti y el señor Paliza. En la evaluación del primer año del Gobierno
hay que apuntar que el Presidente le ha dado a varias medidas para atrás
estirando la soga hasta más no poder; y la Vicepresidenta sigue su
agenda ignorando la sanguaza de insultos que lanzan unos degenerados,
entre ellas mujeres, que la envidian y odian no por el puesto sino por
buena hembra y frondosa. Llegó Vicepresidenta por su “temple”, pese a
su conocida sonrisa, lágrimas y mano de seda.
![]() |
Aristófanes Urbáez |
Aunque no me gusta
hablar de encuestas (que son una especie de epidemia como epidemia es la
caterva de charlatanes detrás de ellas), el trabajo y el carácter manso
(no flojo) de Danilo, para nada contestatario aunque sí empujando en
pos de sus objetivos, es que lo han colocado en la estratosfera de
valoración criolla y en el primer del mundo entre los mandatarios del
globo (unos 187). Es el primero consciente de que recibió un país
moribundo con un gran déficit fiscal, uno cuasi fiscal de más de 200 mil
millones, una agropecuaria basada en la importación y una deuda social
en pobreza (salud, transporte, agua potable, educación, vivienda,
cañadas, deforestación, violencia, drogas, desorden, etc.) de 500 años.
Todos saben que tiene una agenda para aliviar esos flagelos y no se sabe
cuántas horas trabaja porque no conoce el descanso. ¡Hay que reformar
ese aliado del crimen, que es el Código P.P. y a los que no han leído,
por su prepotencia o depredación, lo dicho Bosch en la toma de posesión
63: “Estamos aquí para servir al pueblo; ¡no para servirnos!”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario