![]() |
Michael Wacha y John Lackey |
SERIE MUNDIAL
La última vez que los Medias Rojas de Boston festejaron en casa la conquista de un campeonato de la Serie Mundial, en 1918, Babe Ruth aún formaba parte del equipo como lanzador y los juegos se disputaban por las tardes.
La última vez que los Medias Rojas de Boston festejaron en casa la conquista de un campeonato de la Serie Mundial, en 1918, Babe Ruth aún formaba parte del equipo como lanzador y los juegos se disputaban por las tardes.
Boston;-Noventa y cinco años después de ese
11 de septiembre, David Ortiz y los Medias Rojas dispondrán de la
oportunidad de sentenciar el título en el vetusto Fenway Park al
enfrentar a unos Cardenales de San Luis curtidos, acostumbrados a
sobrevivir cuando tienen la soga en el cuello.
Boston va por su
tercer título en la última década, pero los dos anteriores previos se
concretaron tras barridas en San Luis (2004) y Colorado (2007).
Una victoria el miércoles en Fenway Park promete desatar un pandemonio absoluto.
“Ganar
en nuestra casa será algo, sin lugar a duda, fuera de límite”, dijo el
dominicano Ortiz, quien prácticamente se ha cargado encima el ataque de
Boston.
Apenas fue sacado out dos veces en la tanda de tres juegos
en San Luis, dejando su promedio individual en .733 y cuenta con un
tercio de los 33 hits de los Medias Rojas. El porcentaje colectivo del
equipo es de .205.
Pero Ortiz no se fía con la ventaja.
“Cuando te pones 3-2, la presión es más fuerte... y ahora nos vamos a enfrentar al ‘come gente’ de ellos”, advirtió.
Ese
‘come gente’ es el novato sensación Michael Wacha, el jugador más
valioso en la serie final de la Liga Nacional y que tiene foja de 4-0 y
1.00 en efectividad durante este octubre. Wacha fue el ganador del
segundo partido.
John Lackey será el abridor de los Medias Rojas.
Se trata del mismo Lackey, que hace 11 años atrás con los Angelinos se
convirtió en el primer novato en ganar un séptimo juego del clásico
desde 1909.
Voltear un 3-2 en contra en una Serie Mundial para
proclamarse campeón tampoco es que sea algo extraño para los Cardenales.
Fue lo que precisamente hicieron hace dos años ante los Rangers de
Texas, pero las últimas dos victorias fueron como locales. También
exhiben marca de 8-1 en juegos de vida o muerte en las últimas tres
postemporadas.
El problema de los Cardenales es que no están
bateando. Apenas han fabricado tres carreras desde que ganaron 5-4 el
tercer juego, el primero en la historia del Clásico de Otoño que se
definió con una jugada de obstrucción.
Promedian 2,6 carreras en la serie, con promedio colectivo de .218.
No hay comentarios:
Publicar un comentario