Santo Domingo;-Los dominicanos que
cumplieron condenas en Estados Unidos por delitos penales, y deportados
a territorio dominicano, enfrentan obstáculos en el país para acceder a
un empleo, según establece el informe sobre el “Estado del arte de las
migraciones”, el cual hace referencia al caso de República Dominicana.
La
investigación cuestiona que aún se sigan creando fichas criminales de
manera permanente, registrando al acusado como imputado de la comisión y
participación en hechos criminales, a pesar de no tener un historial
delictivo en el país.
Como consecuencia, a los deportados se les
presenta una difícil situación para reinsertarse a la sociedad y a la
productividad, ya que al aparecer “fichados” no pueden obtener
certificado de buena conducta, requisito que normalmente exigen los
empleadores.
La estampa
Algunas organizaciones han
expresado desacuerdo con la práctica de la Policía Nacional, que exige a
los criollos desterrados de Norteamérica reportarse mensualmente
durante seis meses ante el Departamento de Deportaciones para “darles
seguimiento”.
En opinión de esas entidades que actúan a favor de
los derechos de las personas, esta práctica constituye una medida de
coerción, la cual es competencia de las autoridades judiciales.
A
pesar de que alguno deportados han logrado insertarse en el plano
laboral, particularmente en centros de llamadas (call centers), por su
dominio del inglés, fundamental para ese tipo de empleo, muchas otras
que no pueden acceder a ese trabajo tienen que depender de familiares,
conocidos y fundaciones que dan apoyo y asistencia a estos
“desdichados”.
En ese sentido, se destaca como positivo que la
Procuraduría General de la República y el Ministerio de Trabajo,
anunciaron en 2012 la puesta en marcha de un proyecto que busca ubicar
en programas de empleo a los exinternos penitenciarios y deportados.
Sin
embargo, la mayoría de estas iniciativas están orientadas
principalmente al apoyo de beneficiarios seleccionados por la
Procuraduría, notándose una falta de información sobre posibles
estrategias para la reinserción laboral en el caso de los deportados.
Deportados en 2013
Datos
no oficiales indican que en lo que va de año aproximadamente cerca de
1,636 dominicanos han sido repatriados desde los Estados Unidos, pero
conocer la cifra exacta del total de deportados desde el exterior en
sentido general resulta una tarea casi imposible, pues las instituciones
oficiales y de la sociedad civil que trabajan con el tema disponen de
datos disímiles.
Entidades guardan silencio
La Dirección
General de Migración es la entidad que oficialmente dispone de las
cifras de deportados, pero esa información no está al alcance del
ciudadano común y se maneja cual si fuera un secreto de Estado.
Los departamentos de Deportados de la Policía y del Ministerio de Interior y Policía tampoco ofrecen datos sobre el particular.
Información colgada en la página web de la Policía indica que previo a
su llegada al país a los devueltos se les abre un registro de control,
con sus nombres, fecha de nacimiento, causa de la deportación, fecha de
arribo a República Dominicana, número de vuelo y línea aérea.
Además,
el procedimiento incluye una fotografía del repatriado, toma de las
huellas dactilares, dirección donde residirá en el país, número
telefónico donde puede ser localizado (el cual es confirmado), nombre de
sus padres.
Una vez concluido todo este proceso, el expresidiario
es entregado a un familiar mediante certificación; quienes son
deportados por razones de tráfico de drogas, son procesados por la
Dirección Nacional de Control de Drogas(DNCD).
“Ya con las
generales del deportado procedemos a realizar en el archivo central de
investigaciones el rastreo de cualquier antecedente delincuencial que
éste haya podido tener en su permanencia en el país”, indica el sitio
web.
La Dirección Central de Investigaciones Criminales, a
través del portal de la institución del orden, detalla que “una vez
registrado y entregado a sus familiares, el deportado de manera
inmediata pasa a ser supervisado por el referido organismo a fin de
seguir la pista de sus quehaceres diarios.
El embajador
dominicano en Washington, Aníbal de Castro, reveló que el presidente
Medina solicitó el apoyo de Estados Unidos para implementar en el país
un programa de reinserción de los criollos repatriados , luego que estos
cumplieran condenas por diversos delitos en territorio estadounidense.
Según
el diplomático, Medina trató el tema junto a otros mandatarios
centroamericanos que se reunieron con el presidente Barack Obama en la
pasada cumbre del SICA.
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