Muchos en México se preguntan si en verdad La Reina del Pacífico fue poderosa. |
Sandra Ávila Beltran, conocida como la Reina del
Pacífico, llegó deportada a Ciudad de México prodecente de Texas, en
EE.UU., tras cumplir cárcel por asistir económicamente a un
narcotraficante.
Ciudad de México,México.BBC Mundo;-Ahora le espera otro proceso en México por
lavado de dinero. Y para ello deberá enfrentar un juicio en Jalisco,
donde fue presentada la acusación.
Esta
mujer, sobre la cual se ha tejido todo un mito tras la publicación de
un libro, tiene un pasado poco conocido, más allá de lo plasmado en
corridos y en investigaciones periodísticas.
Paradójicamente, Ávila Beltrán quería ser
periodista. A los 18 años de edad se inscribió en la escuela de Ciencias
de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) que
en ese entonces, al inicio de la década de los 80, tenía poco tiempo de
inaugurada.
Solía llegar tarde a clases, casi siempre dos
horas después de iniciada la jornada. Entraba en silencio al aula y se
sentaba en la primera silla disponible.
Un excompañero de clases la recuerda como una chica muy callada, con pocos amigos y de actitud desconfiada.
Pero era difícil que pasara desapercibida. A esa
universidad privada, una de las más caras de México, solía llegar a
bordo de lujosos automóviles nuevos.
"Bajaba superemperifollada (ostentosa) con
muchas joyas. Usaba collares gruesos de oro que estaban de moda en esa
época", recuerda su excompañero quien prefiere permanecer anónimo.
"A nosotros nos parecía sospechoso, tenía toda
la imagen de ser pariente de narcos o novia de alguno porque era
demasiada ostentación. A los 18 años y con tanta joya encima nadie se le
acercaba".
Años después las sospechas parecieron
confirmarse, cuando Sandra Ávila fue acusada de manejar las finanzas del
Cartel de Sinaloa, así como de organizar una operación para traficar 30
toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Pero los cargos no pudieron probarse en México, y
ante una corte de Miami la mujer se declaró culpable de asistencia
económica a un narcotraficante.
"Una dama pesada"
"A nosotros nos parecía sospechoso, tenía toda la imagen de ser pariente de narcos o novio de alguno"
Ex compañero de clases de La Reina del Pacífico
En 2007, cuando fue detenida, las autoridades
mexicanas acusaron a Sandra Ávila de ser una pieza clave en la operación
del Cartel de Sinaloa.
En los medios mexicanos se destacó su cercanía a
personajes como Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, o Ismael Zambada
García, El Mayo, quienes son los principales líderes de la organización.
Su fama aumentó cuando se supo de la canción
Fiesta en la Sierra que al parecer se inspiró en una reunión a la que
asistió en las montañas y a la que sólo se pudo llegar por aire.
La letra del corrido, como se le llama a esta
clase de temas en México, narra el momento en que llega la aeronave de
una mujer "esa grande del negocio, una dama pesada".
Ahora, después que fue exonerada de la mayoría
de los delitos que se le imputaron, muchos se preguntan si en verdad La
Reina del Pacífico fue tan poderosa.
Amigos
De Sandra Ávila se dijo que era sobrina de
Miguel Angel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes y quien fuera
uno de los
líderes más poderosos del narcotráfico en la década de los años 70 y 80.
Pero en conversaciones con el periodista Julio
Scherer García la mujer dice que no es cierto, como tampoco la fortuna
que se le atribuyó tras su captura, añade.
Sus padres están vinculados familiarmente con
algunos líderes de narcotráfico, y Sandra misma confiesa que conoce a
algunos de ellos como El Chapo Guzmán, el Mayo Zambada, Amado Carrillo
Fuentes, El Señor de los Cielos o los hermanos Arellano Félix.
Sandra Ávila cuenta su vida en el libro "La Reina del Pacífico: es la hora de contar", del periodista Julio Scherer. |
Pero formaron parte del círculo en que creció,
ha dicho. En realidad -insistió ante Julio Scherer- la imagen de mujer
peligrosa y con influencia en el negocio del narcotráfico no es real.
"El gobierno me relaciona con los capos, como si
fuera uno de ellos. Pero yo los conocí cuando eran personas comunes y
corrientes", explica en el libro "La Reina del Pacífico: es la hora de
contar", del periodista Julio Scherer. De hecho formaban parte del mismo
círculo social, por lo que era imposible no relacionarse con ellos.
¿Poder?
Para algunas personas que la conocieron en
Jalisco, un incidente define el verdadero papel de Sandra Ávila en el
negocio de las drogas.
En 2002 su hijo Luis Fuentes Ávila fue
secuestrado, y para rescatarlo La Reina del Pacífico pidió ayuda a la
policía. Algo que nunca hubiera hecho si realmente tuviera influencia en
la organización, cuenta un periodista local.
Tres de sus parejas, incluso el padre de su
hijo, fueron asesinadas, y ella misma escapó de un atentado. La mujer
cree que la familia de uno de sus esposos organizó el ataque.
En una de las conversaciones con el periodista
Scherer, Sandra Ávila recuerda una ocasión en que fue trasladada de la
cárcel donde se encontraba al juzgado donde se llevaba su proceso.
"Vendrían por mí, yo tan importante, para
trasladarme", recuerda. "Hubo refuerzo en la seguridad, según fui
sabiendo, ¿Y qué ocurrió? Nada. Ni un desorden, ni un grito de más.
Nada. ¿Y yo, tan poderosa, qué tan poderosa era?".
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