Excluidos del gobierno del PLD se quejan de los indolentes que han sido

Por el Arq.William Rafael Reyna Rivas
Todos luce indicar que los vividores, los tumba polvos, los que no trabajaron son los que merecen en el Partido de La Liberación Dominicana, no es justo, no es saludable, es injustificable que después de estar organizado todo una vida en el PLD, no tenga derecho a que nuestro trabajo en equipo no se tomen en cuenta y que el Lic. Danilo Medina y la Dra. Margarita Cedeño ni si quiera por atención hacen esfuerzo para oírnos y que se nos dé la oportunidad de conversar con ellos para explicarles que nos sentimos inconformes, ya que nuestro trabajo que fue bastante y sistemático no ha sido tomado en cuenta ni con un nombramiento como alcaldes pedáneo en arroyo el toro y en loma quita espuela.
Tenemos plena confianza de que el Lic. Danilo Medina y la Dra. Margarita no se quedaran con el sudor del equipo que trabajo a nivel nacional en sus candidaturas, creemos que el Lic. Danilo Medina no se queda con el sudor ajeno, entendemos como dijo en sus declaraciones que no hay sombrero para tantas cabezas, pero que recuerden que fuimos las primeras cabezas que salieron a apoyar a nivel nacional sus candidaturas, y la otra declaración que el pueblo quiere ver sangre, lo que queremos es ver sangre nueva en los funcionarios, cara nueva que tengan rostro humano, que se den cuenta que también el pueblo tiene derecho a comer y tiene derecho según la constitución a un empleo digno, derecho a la educación, derecho a una vivienda digna, derecho a vivir a respirar aire puro, a sentirnos orgullosos de que somos

todos dominicanos y que merecemos una oportunidad porque nos ganamos un lugar preponderante en la campaña un grupo de hombres y mujeres bajo el fragor del sacrificio, la lucha sin recursos, el trabajo diario sistemático y no es posible que se esté mendigando cuando todos sabemos que hay muchos lambones, aguilotes, despersonalizados, que no trabajaron que están en las mieles del poder y nosotros en el ostracismo, el olvido y los golpeos constantes de funcionarios indolentes y desalmados.