Ciudad del Vaticano,12 mar (EFE).-La
Basílica de San Pedro fue abarrotada hoy por miles de fieles durante la
ceremonia "Pro Eligendo Papa", mientras en la plaza el oficio fue
seguido, a través de pantallas gigantes, por cientos de personas que
rezaron para que los cardenales elijan al "hombre justo" como papa. La
belleza de la ceremonia "Pro Eligendo Papa" en la que los purpurados
recorrieron en procesión hasta el altar de la Basílica, quedó resaltada
por los ropajes, la música sacra, la iluminación y la luz natural que
entraba por las vidrieras creando un ambiente de recogimiento y
solemnidad.
Además del cuerpo diplomático, fieles de todas las
nacionalidades ocuparon el inmenso templo, de 187 metros de longitud y
con aforo para 60.000 personas, para seguir la misa votiva oficiada por
el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano,
"Entre éstos, está el futuro papa", dijo un español que seguía el rosario que precedió a la misa.
Ya en el exterior, la fachada y el pórtico
diseñado por Maderno lucían distintos a lo habitual al haber engalanado
con una tela de terciopelo granate el balcón principal desde donde el
futuro pontífice se dirigirá por primera vez al mundo.
Las gentes que se acercaban a la plaza de San
Pedro presurosas porque las nubes amenazaban con descargar, señalaban el
balcón engalanado y los dos metros de tubería de acero que sobresale
del tejado de la Capilla Sixtina por donde saldrán las "fumatas".
Los que portaban cámaras de fotos inmortalizaban
la chimenea de cobre por la que ya hoy se espera que salga una "fumata"
al término del primer escrutinio del cónclave que comienza a las 16.15
hora local (15.15 GMT).
Entre los que seguían la misa por las pantallas de
televisión dispuestas en la plaza, se encontraba Aldo R., diácono de
Bari, quien apostaba fuerte como próximo papa por Sean O'Malley, el
cardenal capuchino de Boston.
"Proviene de San Francisco, un santo que era pura
simplicidad, y así se uniría al apostolado de Juan Pablo II e iniciará
una evangelización como en los orígenes de la Iglesia".
Para el nigeriano, padre Clemente Oleko, de 43 años, es mejor un papa de unos 70 años.
Agregó que también es importante la experiencia,
su labor de apostolado y una elevada talla intelectual, "el cardenal
Scola (arzobispo de Milán), para mi sería perfecto -dijo-, claro que ha
sido rector de la Lateranense, donde yo he estudiado".
Para Oleko, la elección de un papa estadounidense
no sería buena opción porque "a nivel político su mensaje no sería bien
recibido".
Un corro de italianos comentaban, mirando la
chimenea de la capilla Sixtina, la duración del cónclave, "poco", decía
una señora, "tiene que durar poco, porque ya han tenido tiempo los
cardenales de conocerse en todas estas reuniones de estos días".
"Estoy de acuerdo", respondía otro, "además, si esto se alarga va a dar la sensación de que están divididos".
Renatta Bagliani, de 63 años explicó a Efe que
este cónclave no le parece fácil porque "no veo una cabeza visible como
en el anterior en el que sobresalían Ratzinger o el cardenal Martini",
grandes intelectuales, pastores y conocedores de la Curia.
Además este papa tendrá grandes retos ante sí,
tendrá que acabar con las divisiones de la Curia y de la Iglesia que
Ratzinger ya denunció y es importante que se vuelva a creer en Dios en
la propia Europa para después evangelizar toda la Tierra, dijo Bagliani.
"Hay que llenar las iglesias que al menos, en
Roma, han quedado convertidas en meros museos. La esperanza está ahí,
dijo dirigiéndose a San Pedro, donde miles de creyentes rezan para que
los cardenales elijan al hombre justo, pero serán iluminados por el
Espíritu Santo.
"Hoy se abre otra etapa histórica en la vida de la Iglesia", afirmó.
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