Leo Hernández |
Por Leo Hernández
La vicepresidente Margarita Cedeño de Fernández debe manejarse con más
cuidado, talvez dejarse asesorar, antes de tratar ciertos asuntos,
incluyendo sus quejas, a través de twitter, ya que se ve como una
indelicadeza que dilucide por esa vía, por ejemplo, que no le informaron
“desde el despacho” la hora de llegada del exterior del presidente
Danilo Medina, por lo que no fue a recibirle; el traspiés al confundir
al patricio Francisco del Rosario Sánchez con Juan Sánchez Ramírez, y
ahora, “su dolín” (como bien dijera Guarionex Rosa) porque la misión
oficial que va al Vaticano para la asunción del nuevo Papa Francisco no
la encabeza ella, sino la Primera Dama. La desesperación no es buena
consejera, Cuqui…
Quejas amargas
Por una
de esas coincidencias del oficio, en estos días he recibido, por
separado, quejas de amigos de aquí, de Puerto Rico y Nueva York, que
trabajaron fuerte para que Danilo llegara a la Presidencia, y como es
natural y así le fue ofrecido, esperaban siquiera ser recompensados con
un llamado a servir al Estado desde un puesto público que estuviese
acorde con sus destrezas y capacidades, pero están como Patán, el perro
aquel de los anuncios en los cambios de Color Visión: Jadeando y
jadeando, con la lengua afuera, y sin nada en las manos. En otras
palabras, se han quedado oliendo donde guisan, muchas veces siendo
objeto de la mofa y burla de muchos que no hicieron nada por la victoria
de Medina pero disfrutan de las posiciones y salarios que desembolsa el
Estado en varias de sus dependencias. Es verdad que el Estado es para
todos los dominicanos, pero mis quejosos amigos se lamentan amargamente
de que no son objeto de atenciones “ni siquiera por cortesía” y me
comentan que “en las administraciones de Leonel Fernández enfrentamos
problemas, e incluso hubo quienes tuvieron que abandonar sus cargos por
presiones de los seguidores del expresidente, incursionando en la
campaña por Danilo, y sería justo que nos tomaran en cuenta”. El Titán
de Bronce tiene la palabra…
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