Protestas en Chipre |
Nicosia,Cripre.(Reuters);-El
ministro de Finanzas de Chipre abandonó Moscú con las manos vacías el
viernes después de que Rusia rechazara las solicitudes de ayuda, por lo
que la isla deberá alcanzar un acuerdo de rescate con la Unión Europea
antes del martes o enfrentará el colapso de su sistema financiero.
El desaire dejó a Chipre aún más aislada, con una fecha límite
inminente para encontrar los miles de millones de euros exigidos por la
UE a cambio de unos 10.000 millones de euros de rescate.
Sin esto, el Banco Central Europeo dijo el miércoles que cortaría
los fondos de emergencia a los bancos tambaleantes del país, lo que
podría sacar a Chipre de la moneda única europea.
"Las negociaciones han terminado en lo que respecta a la parte
rusa", dijo a la prensa el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov,
tras dos días de negociaciones de crisis con su homólogo chipriota,
Michael Sarris.
Habiendo rechazado airadamente un gravamen propuesto para los
depósitos bancarios a cambio del rescate de la UE, Nicosia había acudido
al Kremlin para negociar un acuerdo de préstamo, ganar más financiación
y atraer a los inversores rusos a los bancos y las reservas de gas de
Chipre.
Los millonarios rusos tienen miles de millones de euros en juego en el sector bancario de Chipre.
Pero Siluanov dijo que los inversores rusos no estaban
interesados en el gas chipriota y que las conversaciones habían
terminado sin resultado.
Sarris tenía previsto viajar a casa, donde los diputados se
preparan para debatir las medidas propuestas por el Gobierno para
recaudar al menos parte de los 5.800 millones de dólares necesarios para
obtener el rescate de la UE.
Entre ellas se incluye un "fondo de solidaridad" basado en
activos del Estado, que incluye ingresos futuros del gas y de los fondos
de pensiones nacionalizados, como base para una emisión de bonos de
emergencia y comparado por JP Morgan con "una venta de emergencia
nacional".
También están considerando un proyecto de ley de reestructuración
de los bancos que llevaría a que el segundo mayor prestamista del país,
el Banco Popular de Chipre, sea dividido en activos buenos y malos.
No había ninguna bala de plata, sin embargo, y los socios de
Chipre en el bloque monetario de 17 naciones estaban cada vez menos
impresionados.
"Todavía creo que vamos a alcanzar un acuerdo, pero Chipre está
jugando con fuego", dijo Volker Kauder, un aliado conservador de la
canciller alemana, Angela Merkel, a la televisión pública ARD.
Merkel dijo a los diputados que la nacionalización de los fondos
de pensiones es inaceptable como medio para tapar un agujero en las
finanzas y hacerse con el rescate, dijeron fuentes parlamentarias. Estas
citaron a la canciller diciendo que la sostenibilidad de la deuda y la
reestructuración bancaria tendrían que ser el centro de cualquier
acuerdo, que ella llamó una cuestión de "credibilidad".
La canciller también dijo, según las fuentes, que quería que
Chipre permaneciera en la zona euro, pero que la isla aún tenía que
darse cuenta de que su modelo de negocio estaba muerto.
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