Roma, 15 feb (EFE).- El Ayuntamiento de Roma
se prepara estos días para recibir la multitudinaria afluencia de
peregrinos que se prevé que acudan a la capital italiana para participar
en los últimos actos del pontificado de Benedicto XVI y para seguir el
posterior cónclave en el que se elegirá a su sucesor.
Con este objetivo, hoy se reunieron los
representantes de los diferentes cuerpos municipales de la ciudad para
perfilar un primer plan de actuación, después de que el alcalde de Roma,
Gianni Alemanno, señalara que se necesitarán cerca de 4,5 millones de
euros extras para preparar los diferentes eventos.
Uno de los responsables de la organización y de la
acogida de los peregrinos, Giammarino Nardi, explicó que el próximo
domingo supondrá una oportunidad para evaluar la eficacia de los
diferentes dispositivos de seguridad y medidas que se estudian para
hacer frente a los actos de las próximas semanas.
Y es que el domingo se espera que acudan a la
plaza de San Pedro del Vaticano para el penúltimo Ángelus que dirigirá
Benedicto XVI cerca de 100.000 fieles, frente a los alrededor de 40.000
que asisten de media durante el resto del año.
"El domingo nos volveremos a reunir para verificar
cómo se ha desarrollado la jornada y ver qué medidas hay que reforzar",
subrayó Nardi.
La atención de los responsables de la organización
se centra, en gran medida, en la última audiencia pública que celebrará
Benedicto XVI el 27 de febrero, un día antes de presentar su renuncia
al pontificado.
En esta época del año las audiencias se celebran
tradicionalmente en el Aula Pablo VI del Vaticano, pero en esta ocasión
tendrá lugar en la plaza de San Pedro, que tiene capacidad para 150.000
personas, con el fin permitir que asista un mayor número de fieles.
El jefe de la Policía de Roma, Fulvio Della Rocca,
se refirió a esa última audiencia pública como una "jornada clave con
mayor asistencia de personas", aunque recordó que no será el único día
importante.
Por todo ello, se prevé reforzar las medidas de
seguridad, mientras se estudia cómo mejorar la red de transportes
públicos para facilitar la movilidad en las próximas semanas.
Entre las medidas que se estudian para hacer
frente a la afluencia masiva de peregrinos se baraja, según los medios
de comunicación italianos, adoptar el modelo utilizado en 2005 tras la
muerte de Juan Pablo II, en la que se coordinó un amplio despliegue de
fuerzas del orden en colaboración con Protección Civil.
Benedicto XVI hará efectiva su renuncia al
pontificado a las 20.00 hora local (19.00 GMT) del 28 de febrero, pero
tres horas antes se trasladará a la residencia de Castel Gandolfo hasta
que estén acabadas las obras de reforma del convento de monjas de
clausura dentro del Vaticano en el que se alojará.
El cónclave para elegir al nuevo pontífice
comenzará, como establece la normativa vaticana, entre 15 y 20 días
después del inicio de la llamada Sede Vacante (tiempo que va desde la
muerte o renuncia de un papa hasta la elección del siguiente), con el
objetivo de permitir a todos los cardenales del mundo acudir a Roma.
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