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Benedicto XVI |
El papa asegura que renuncia en plena libertad, porque ya le faltan fuerzas
Ciudad
del Vaticano,13 feb (EFE).- El papa Benedicto XVI abandonará el
Vaticano el 28 de febrero a las cinco de la tarde en Roma (una menos
GMT), tres horas antes de que sea firme su renuncia al Pontificado,
informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi. El Pontífice se
trasladará en helicóptero a la residencia de los papas de Castel
Gandolfo, a unos 30 kilómetros al sur de Roma.
EL PAPA DICE RENUNCIA PORQUE YA LE FALTAN FUERZAS
El papa
Benedicto XVI, de casi 86 años, aseguró hoy a los fieles que ha
renunciado al Pontificado "en plena libertad por el bien de la Iglesia" y
tras constatar que "le faltas las fuerzas necesarias para ejercer con
el vigor necesario el ministerio petrino" (el papado).
Tres días después de que sorprendiera al mundo y
pillara por sorpresa a la Iglesia y a la inmensa mayoría de la Curia
vaticana anunciando que renunciará como papa el próximo 28 de febrero,
Ratzinger apareció por primera vez en público, para celebrar el
tradicional encuentro de los miércoles con los fieles.
Aunque, en su línea, pretendió que la audiencia
fuera una más, la realidad demostró todo lo contrario. Desde varias
horas antes más de 10.000 personas abarrotaban el Aula Pablo VI del
Vaticano.
Mientras esperaban su llegada, cantaron, ondearon
banderas y expresaron frases de agradecimiento al papa, el cual, cuando
entró en el recinto fue acogido con una gran ovación de varios minutos.
Sonriendo y con buen aspecto, el pontífice
respondió a las muestras de cariño y lo primero que hizo fue dar una
respuesta pública a los fieles sobre su decisión.
"Queridos hermanos y hermanas, gracias por vuestra
simpatía, como saben, he decidido renunciar al ministerio que el Señor
me ha confiado 19 de abril 2005. Lo he hecho en plena libertad para el
bien de la Iglesia, después de haber orado largamente y tras examinar mi
conciencia delante de Dios", dijo en medio de un gran silencio.
El papa Ratzinger agregó: "soy consciente de la
importancia del hecho, pero también consciente de no ser capaz de llevar
a cabo el ministerio petrino con la fuerza física y el espíritu que lo
requiera".
"Me apoya y me ilumina la certeza de que la
Iglesia es de Cristo, el cual nunca le hará faltar su guía y su cuidado.
Gracias a todos por el amor y la oración con que me habéis acompañado",
agregó.
El anciano pontífice añadió: "Gracias de nuevo, he
notado casi físicamente en estos días, no fáciles para mí, la fuerza de
la plegaria que el amor de la Iglesia, vuestra plegaria, me da.
Continuar rezando por mi, por la Iglesia y por el futuro papa, el Señor
nos guiará", concluyó.
Los miles de presentes le respondieron con otra
gran ovación, aún mayor que la que le dedicaron a su llegada, mientras
ondeaban banderas de diferentes países y se veían pancartas en las que
les daban las gracias.
Inmediatamente después comenzó la audiencia, cuya
catequesis dedicó a la Cuaresma, que comienza hoy, de la que dijo es un
tiempo de conversión.
Benedicto XVI exhortó a los fieles a superar la
"tentación de someter a Dios a los propios intereses o dejarlo en un
rincón" y afirmó que poner a Dios en el centro de la vida es el camino
que todo cristiano tiene que recorrer.
"Hoy no se puede ser cristiano por el simple hecho
de vivir en una sociedad que tiene raíces cristianas. También quien
nace en una familia cristiana y es educado religiosamente tiene cada día
que renovar su elección de ser cristiano y otorgar a Dios el primer
puesto frente a las tentaciones de una cultura secularizada y frente al
continúo juicio crítico de muchos contemporáneos", afirmó.
Benedicto XVI, en una catequesis que recuerda sus
mejores textos, agregó que "no es fácil" hoy día ser fieles al
matrimonio cristiano, practicar la misericordia en la vida diaria y
dejar espacio a la plegaria y al silencio.
"No es fácil oponerse públicamente a elecciones
que muchos consideran obvias, como el aborto en casos de embarazos no
deseados, a la eutanasia en caso de enfermedades graves o a la selección
de embriones para prevenir enfermedades hereditarias", manifestó.
El papa teólogo aseguró que la tentación de dejar a
un lado la propia fe siempre está presente y que la conversión es una
respuesta a Dios que tiene que ser confirmada muchas veces en la vida.
El papa Ratzinger, echando mano a unas palabras del científico Florenskij, subrayó: "no, no se puede vivir sin Dios".
Benedicto XVI volverá a aparecer en público esta
tarde, para presidir los ritos del Miércoles de Ceniza, que dan inicio a
la Cuaresma, que por primera vez celebrará en el Vaticano y no en la
basílica de Santa Sabina, en la colina romana del Aventino, como es
tradición.
Durante la ceremonia, el papa impondrá y recibirá las cenizas.
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