El Ing. Hipólito Mejía se encuentra en una seria
encrucijada, la cual es el producto de sus propias acciones, y de las
acciones de la falta de visión de algunos de sus más cercanos
seguidores, los cuales lo han llevado al punto en donde se encuentra en
estos momentos. Aunque los seguidores del Ing. Hipólito Mejía culpan a
Miguel Vargas Maldonado de ser el culpable de que éste no llegara a la
Presidencia del país, la verdad es que los únicos culpables de este
hecho los son el propio Mejía, y aquellos "viejos robles", quienes le
aconsejaron no llegar a un acuerdo con el Ing. Miguel Vargas Maldonado,
luego de haber concluido el proceso de la convención del PRD.
Embriagados por la victoria interna y por los
números que mostraban la mayoría de las encuestas que se realizaron en
aquel entonces, los dirigentes que componían el núcleo más cercano a
Hipólito lo convencieron de que el iba a ganar las elecciones, y que
para lograrlo no necesitaba del concurso de Miguel Vargas Maldonado,
puesto que entendían estos que la mayoría de los seguidores de Vargas se
iban a integrar a la campaña de Mejía de todas formas. Por lo que no
había necesidad de hacerle ninguna concesión a Miguel.
Al Ing. Hipólito Mejía solo le interesaba ser
Presidente, por lo que no dudamos de que si hubiera sido por Hipólito,
este habría llegado a un acuerdo con Miguel Vargas Maldonado, para que
este permaneciera al frente del PRD, y para llegar a un posible acuerdo
para que el Ing. Vargas Maldonado fuera el candidato del PRD en las
elecciones del 2012.
El problema para que este acuerdo no se diera fue
el resultado de la negativa de los viejos robles del PRD, a que el Ing.
Miguel Vargas Maldonado siguiera al frente del PRD, ya que este no le
daba la importancia que estos creen merecer.
Es estilo de Miguel Vargas no hizo muchos amigos
en ese núcleo del PRD, por lo que estos hicieron su propósito número
uno, el sacar a Miguel Vargas de la Presidencia del PRD.
El guión escrito por los más cercanos
colaboradores de Hipólito Mejía parecía perfecto, y todo indicaba que se
iba a materializar a la perfección.
El Ing. Hipólito Mejía iba a alcanzar la primera
magistratura. El Ing. Miguel Vargas Maldonado iba a ser removido como
Presidente del PRD. Los más cercanos colaboradores de Mejía se iban a
alzar con la dirección del partido, y los viejos robles iban a recuperar
el espacio y el poder que habían perdido bajo el control de Vargas
Maldonado.
Solo hubo un "pequeño" problema con lo que los
consejeros de Hipólito Mejía nunca contaron, y con el que todavía se les
hace sumamente difícil de lidear: Estos nunca se prepararon para que
Hipólito Mejía perdiera las elecciones, ni mucho menos para encontrarse,
como se encuentran ahora, sin la Presidencia y sin el partido.
Aquí cabe el decir popular de que al Ing. Hipólito
Mejía y a sus más cercanos colaboradores les pasó como a Chacumbele:
"Ellos mismitos se mataron".
El Ing. Hipólito Mejía y los viejos robles, los
cuales se niegan rotundamente a pasar al retiro de la política
dominicana han acusado a todo el mundo de su desgracia, menos a los
verdaderos culpables: "Ellos mismos".
Pregonan a todo pulmón que la única salida al
"tranque" que ellos tienen es la Convención. Pero se les olvida que no
puede pedir ir a una convención quien de hecho y de derecho ya no
pertenece al PRD.
Esto es algo que Hipólito y los demás dirigentes
no pueden asimilar. Pero es algo que al final tendrán que hacer, ya que
como dijo el Ing. Miguel Vargas Maldonado, el entendimiento entre él y
el sector que encabeza Hipólito Mejía es imposible.
La división del PRD es un hecho que nadie va a
poder cambiar. Sin importar los muertos y los heridos que esta realidad
pueda ocasionar.
Autor: Luis A. Caridad Ceballos |
No hacerlo, sería tan solo prolongar lo inevitable.
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